En el 2019 encontré nuevas pasiones, nuevos rumbos y dejé de lado antiguas pasiones que me daban mucha felicidad.
En el 2019 no encontré escape en la lectura a pesar de haber leído mucho, pero si encontré un renovado amor por el cine, la pantalla chica y los videojuegos.
En el 2019 me dediqué a leer lo que ya tenía y no encontrar lo nuevo. Esperé, me quise poner al día sin poder lograrlo.
En el 2019 exploré otros rumbos literarios y me dediqué a reencontrar que era lo que amaba de la lectura después de un 2018 también complicado con Reading slumps.
En el 2019 pude compartir mis lecturas con grupos de jóvenes adolescentes y a través de un nuevo medio que despertó algo en mí que no sabía que existía: la radio.
En el 2019 prioricé mi facultad y mi trabajo. Como aun soy una estudiante a veces me encuentro drenada de energía para poder escribir o expresar en profundidad mis opiniones sobre algunas lecturas o consumos culturales. En este momento me encuentro con ánimos de terminar y poder de una vez por todas dedicarme al 100% a esto que amo. Encontrar nuevos rumbos en la escritura, tanto la ficción como notas, entradas de blog como estas. En cuanto al trabajo logré viajar a dar cursos y charlas hablando de literatura juvenil y las redes sociales como así también formé clubes de lectura con jóvenes maravilloses que hicieron que viera muchas de las lecturas de este año de nuevas maneras y las disfrutara aún más.
Desde que hace unos años terminé de escribir mi cuento para Érase una vez… encontré un párate en mi vida tanto como lectura como con productora de contenido online. A pesar de múltiples reintentos de volver siempre me encontraba con poco tiempo y energía para continuar. Este año con la incorporación de la radio en mi vida encontré una nueva pasión y manera de comunicar mis lecturas y pasiones. Y encontré una energía renovada que me quiere llevar por nuevos rumbos.